El uso de productos afrodisíacos presenta riesgos significativos. En primer lugar, aunque algunos afrodisíacos pueden ser efectivos para mejorar la libido y el deseo, su uso también puede provocar efectos secundarios no deseados. Estos efectos secundarios pueden variar según el afrodisíaco y sus componentes, pero pueden incluir dolor de cabeza, mareos, aturdimiento, náuseas, aumento de los latidos del corazón, sudoración excesiva y movimientos intestinales repentinos. Además, los productos afrodisíacos también pueden interferir con los medicamentos que está tomando y con algunos medicamentos naturales. Por ejemplo, pueden interferir con ciertos medicamentos recetados para la presión arterial alta, los trastornos del ritmo cardíaco y la diabetes.